El consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, ha presentado ante la Comisión de Economía y Hacienda de las Cortes el contenido del Proyecto de Presupuestos Generales de la Comunidad de Castilla y León para 2023, un documento cuyos principales objetivos, según advierte, son la protección de las familias y el impulso del sector productivo de la Comunidad.

El Presupuesto 2023 se enmarca en un escenario de gran incertidumbre económica, que muestra una moderación en el crecimiento y que pasa por conseguir que el Producto Interior Bruto (PIB) de Castilla y León se incremente un 1,6 %; el empleo crecerá el 2,3 % y la tasa de paro se situará en el 10,1 %, dos puntos por debajo de la media española (12,2 %).

Asimismo, el escenario financiero del presupuesto para 2023 respeta la tasa de referencia del déficit establecido por el Gobierno de España para las comunidades autónomas y que se ha situado en el -0,3 % del PIB regional. En todo caso, estas previsiones cuentan con el aval de la AIREF, que las considera factibles.

El consejero ha destacado que se trata del mayor Presupuesto de la historia de la Comunidad, con 13.809 millones de euros -un 12,35 % de incremento-, montante que permitirá avanzar en el bienestar social de la ciudadanía, la protección de las familias y empresas y las transformaciones energéticas y digital de la economía.

Así, las cuentas para 2023 se han estructurado en torno a cinco grandes ejes estratégicos: la promoción de la transformación de la economía para crecer y asegurar empleo estable y de calidad; la adaptación de los servicios públicos esenciales al territorio; la apuesta decidida por el mundo rural; un apoyo decidido a la familia y la juventud; y el avance hacia una Castilla y León competitiva, digital e innovadora.

Fernández Carriedo ha explicado que el Presupuesto incorpora la mayor reducción de impuestos a familias y empresas. De esta manera, los beneficios fiscales para las familias, la juventud y los negocios en el entorno rural, aumentan cerca de un 60 % respecto a 2021. Con ello se busca reducir el impacto de la subida de precios y contribuir a impulsar la economía, en particular en los pequeños municipios de la Comunidad.

A ello se suma que se trata de un presupuesto inversor y dinamizador de la economía, donde se incrementan un 55 % las operaciones de capital, que canaliza un importante volumen de recursos a aquellos sectores más afectados por la crisis energética, y a los que son el motor de la economía de Castilla y León.

El Presupuesto para el próximo ejercicio es eminentemente social, que destina el 76,6 % del gasto no financiero de las consejerías a las áreas sociales y da soporte a unos servicios sanitarios, educativos y sociales de calidad y adaptados al territorio, contribuyendo a la cohesión social. Incorpora además apoyos específicos para fomentar la natalidad, promover la retención y captación del talento joven, integrar a los colectivos vulnerables y asegurar el cuidado de las personas mayores y dependientes.

El consejero también ha explicado que contribuye a la cohesión territorial, fomentando las oportunidades en el mundo rural, con una fiscalidad favorable y con apoyos específicos y servicios de movilidad, para ofrecer un entorno adecuado para vivir.

Además, se trata de un presupuesto eficiente, que mantiene el principio de austeridad en el gasto de funcionamiento administrativo, profundiza en la simplificación de los procedimientos y la racionalización de las estructuras organizativas, aumentando el nivel de transparencia sobre la gestión y acción del Gobierno. De igual manera, las de 2023 son unas cuentas responsables, con una gestión moderada del endeudamiento.

Asimismo, es un presupuesto comprometido con el futuro, que impulsa las transiciones estructurales hacia una economía más innovadora y digitalizada, repercutiendo en una sociedad con más oportunidades.

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