La ciudad de Burgos ha rendido homenaje este viernes a Jesús Postigo y Raúl Santamaría, dos agentes de la Policía Nacional que fueron asesinados el 12 de octubre de 1983 por el GRAPO cuando custodiaban a un preso en el antiguo hospital provincial de Burgos.

La delegada del Gobierno en Castilla y León, ha recordado durante el acto en homenaje a estos dos agentes, que se cumplen 40 años de su asesinato, formando parte de la memoria colectiva de la ciudad.

En este sentido ha señalado que actos como este permite que serán recordados como «grandes policías con vocación de servicio que encontraron la muerte cumpliendo con su obligación, y que dieron su vida por España y por la seguridad de todos».

De esta forma ha reivindicado la profesión de policía como «servidores públicos que conviven con el dolor ajeno que combaten a personas que son lo peor de nuestra sociedad», manifestando su orgullo por un cuerpo que «tiene mucho que ver con la libertad» y garantiza la seguridad de la ciudadanía.

«Estoy aquí esta mañana para abrazar a sus familias, a sus esposas, a la de Jesús, a la de Raúl, para que ese abrazo, emocionado, trascienda a todos los hombres y mujeres que velan por nuestra seguridad», ha señalado.

Por su parte la alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, ha señalado que 40 años después «el dolor sigue», por lo que considera importante homenajear a las víctimas del terrorismo. «No hay mejor antídoto contra el olvido que traerá en la memoria y a recordar a los que ya no se encuentran con nosotros porque fueron asesinados a a manos de la banda criminal Grapo», ha reseñado.

También ha asegurado que esl «de justicia» reconocer la labor de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, y de sus agentes, a los que ha calificado de héroes anónimos.

Durante el acto también han participado los hijos de ambos agentes.

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