La Guardia Civil ha identificado e investigado a ASAG (38), como presunto autor de un delito de incendio forestal, ocurrido el pasado 18 de diciembre, cuando se quemaron 1’92 hectáreas de matorral (tozo, brezo y arándanos) del paraje Rioseco, en el término municipal de Espinosa de los Monteros.
A las 15:16 horas de aquel día se tuvo constancia de un incendio forestal que, debido al abundante combustible natural acumulado en el monte y las condiciones ambientales existentes, permaneció activo durante más de tres horas; fue controlado y apagado en su totalidad a las 18:31 horas del mismo día, como resultado del trabajo de los servicios de extinción desplazados.
En calidad de Policía Judicial Específica del Medio Ambiente, el SEPRONA de la Comandancia de Burgos iniciaba una amplia y complicada investigación, para determinar los detalles del suceso e identificar, en su caso, al posible autor.
En este sentido, resultaron determinantes las conclusiones obrantes en el informe técnico de investigación de causas, que ha sido confeccionado conjuntamente por Agentes Medioambientales de la Junta de Castilla y León y del SEPRONA del Cuerpo, que ahondaron en la situación, realizaron numerosas pesquisas y practicaron una exhaustiva inspección ocular sobre el terreno, acciones que fueron completadas, a su vez, por las propias averiguaciones de los investigadores.
Determinación del área de inicio
Del estudio de las trayectorias del fuego y de las marcas dejadas por éste en su propagación, se ha reconstruido su evolución y dirección de avance. También que el mismo se inició en un prado particular donde el pastizal había sido colonizado parcialmente por vegetación arbustiva, árgomas; por labores de mantenimiento y limpieza de éstas, habían sido cortadas y acumuladas en 34 montones.
Se ha descartado la presencia/vertido de acelerantes y, también, que se iniciara de manera fortuita o accidental. Los indicios y vestigios encontrados evidencian que el fuego había sido provocado, seguramente por aplicación de llama directa sobre el combustible vegetal existente, de forma efectiva y continuada.
El informe determinó la existencia de 34 puntos de inicio (montones de restos vegetales procedentes del desbroce), sobre los que se aplicaron llama para su destrucción; no obstante, ayudado por las condiciones medioambientales existentes (combustible natural, viento, pendiente ascendente) el fuego se propagó sin control desde uno de estos focos, saltando un muro de piedra para evolucionar por el monte.
El responsable ha sido identificado, localizado e investigado como presunto autor de un delito de incendio forestal, instruyéndose diligencias que han sido entregadas en el Juzgado de Villarcayo.
Para los que ‘incendien montes o masas forestales’, nuestro Código Penal contempla penas que aplicadas en su grado máximo pueden conllevar prisión de 5 años y multa de 18 meses, agravadas hasta los 20 años en el supuesto de que exista peligro para la vida o integridad física de las personas.