Agentes de la Policía Nacional de la Comisaría de Burgos han podido identificar a cuatro varones como presuntos autores de delito de estafa, después de que extorsionaran a un joven burgalés, exigiéndole importantes cantidades de dinero, donde la víctima llegó a pagar 1.850 euros.
La investigación se inició el pasado año tras la denuncia interpuesta por la víctima. Después de acceder una página de servicios sexuales, había recibido mensajes a través de la aplicación WhatsApp reclamándole el pago de unos presuntos servicios que en realidad no existieron.
Con anterioridad a formalizar la denuncia, la víctima llegó a realizar cuatro envíos por medio de la plataforma de pagos Bizum, por un importe de 1.850 euros, dirigidos a tres números de teléfono diferentes, recibiendo un mensaje en el que le aseguraban que el problema se había zanjado. Sin embargo, dos días más tarde, y por el mismo medio, le volvieron a exigir pagos por cantidades cada vez más elevadas. En un primer momento accedió a realizarlos, si bien finalmente los pudo anular al tratarse de transferencias bancarias.
Detrás de este tipo de delitos se esconden individuos que forman parte de pequeñas organizaciones y actúan extorsionado e intimidando a las víctimas. A la exigencia de los primeros envíos de dinero, siempre le siguen más peticiones. Cuando detectan que el destinatario no cede, amenazan con notas de audios y fotografías que muestran armas de fuego en un intento de infundir miedo.
Los investigadores han detectado que las personas que acceden a las páginas dónde se publicitan servicios sexuales son cada vez más jóvenes como también ocurre con los que se dedican a estafar a los anteriores.
Los identificados como presuntos autores de la estafa denunciada en Burgos, son cuatro varones cuyas edades van de los 18 a los 22 años.
La Policía Nacional recomienda no acceder a ninguna petición ni amenaza, bloquear los números de teléfonos desde los que se envían las amenazas y denunciar el hecho inmediatamente.