La Comisión que coordina la campaña de vialidad invernal en la Red de Carreteras del Estado en la provincia de Burgos ha abordado hoy los mecanismos de coordinación entre los distintos organismos de la Administración General del Estado de cara a una nueva campaña invernal durante un encuentro mantenido en la Subdelegación del Gobierno.
En esta reunión se ha analizado el protocolo para la ‘Coordinación de las actuaciones de los órganos de la Administración General del Estado ante nevadas y otras situaciones meteorológicas extremas que puedan afectar a la Red de Carreteras del Estado en la provincia de Burgos’, que supera los 980 kilómetros de los cuales 295 corresponden a vías de alta capacidad.
Así, se han repasado los efectivos materiales de los que se dispone, tales como 85 máquinas quitanieves, dos fresadoras, 24 depósitos y 22 silos de fundentes con capacidad para 24.200 toneladas de sal sólida. Además, hay 14 depósitos de salmuera para almacenar 957.000 litros de esta disolución de sal y agua, que previene la formación de placas de hielo. A estas se suman 14 plantas para la fabricación de salmuera.
Asimismo, para facilitar y hacer más operativo el establecimiento de las restricciones a la circulación y evitar situaciones de embolsamiento, la provincia de Burgos cuenta con 119 lugares para estacionamiento de vehículos. En total, más de 500 personas conformarán un dispositivo especial para combatir las situaciones de riesgo en la carretera garantizando su circulación desde este mes de noviembre y hasta el 30 de abril de 2025 con motivo de la temporada de invierno.
Fases de alerta, preemergencia y emergencia
De acuerdo con el Protocolo de la Subdelegación del Gobierno para la ‘Coordinación de actuaciones de los órganos de la Administración General del Estado ante nevadas y otras situaciones meteorológicas extremas que puedan afectar a la Red de Carreteras del Estado en Castilla y León’, se podrá declarar fase de alerta, preemergencia o emergencia según las condiciones meteorológicas y el estado de la vía. Cada fase tiene una intensidad de respuesta, de actuación por parte del Gobierno de España.
La fase de alerta se declarará cuando la AEMET emita boletines de aviso por nevadas con niveles rojo o naranja, o amarilla por nevadas en aquellas áreas correspondientes a las capitales de provincia o municipios de más de 20.000 habitantes, así como cuando lo aconseje la valoración de las circunstancias específicas que concurran (lugar, horario, día de la semana, etc.). El solo hecho de activar esta fase significa que las unidades de Carreteras movilizan a sus medios en la zona en la que se activa. En concreto, las esparcidoras de sal y fundentes, y las máquinas quitanieves. Significa también que la Guardia Civil despliega a sus efectivos de Tráfico, así como la preparación del equipamiento del Centro Gestión Tráfico (CGT) en los puntos de desvío a zonas de embolsamiento. Supone también que se realizan las previsiones necesarias por si hubiera que reunir al Comité Ejecutivo.
La fase de preemergencia se declarará cuando la intensidad de la nevada haga prever dificultades para la circulación o la nieve caída en la calzada, el hielo o cualquier otra circunstancia, dificulte efectivamente la circulación en algún tramo de la Red de Carreteras del Estado. Implica, entre otras medidas, la puesta en funcionamiento permanente del Centro de Coordinación Operativa de la Delegación del Gobierno y el de las Subdelegaciones de Gobierno implicadas, estableciendo los Puestos de Mando Avanzados asociados a los tramos de la Red de Carreteras del Estado que por su situación lo requieran, con previsión de apoyo por las Fuerzas de la Comandancia de la Guardia Civil.
Además, puede suponer el establecimiento y cese, en su caso, de restricciones a las condiciones normales de circulación, como la circulación con cadenas, o prohibido circular o restricción para vehículos pesados.
Si la situación lo requiere, se podrá incrementar el despliegue de efectos de la Guardia Civil para intensificar los puntos de control y las medidas restrictivas a la circulación, y movilizar grúas para retirar vehículos inmovilizados que dificulten las actuaciones. En caso de necesidad, se podría solicitar la intervención de la UME.
Cuando resulte necesario prestar atención a personas que han quedado bloqueadas o retenidas y no pueden seguir su viaje por medios propios, se declarará la fase de emergencia. En tales casos, debemos recordar el acuerdo entre la Delegación del Gobierno en Castilla y León y la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León para aplicar el ‘Protocolo de gestión de la atención a personas bloqueadas o retenidas en carreteras de Castilla y León ante una situación declarada de emergencia por fenómenos meteorológicos adversos’, que supone un sistema ágil, sencillo y coordinado para poder asistir a las personas que estén bloqueadas o retenidas en situaciones de emergencia.
Por otra parte, los niveles de riesgo que establece la DGT son los siguientes:
Nivel Blanco: pueden circular todos los vehículos sin restricción.
Nivel Verde: Los conjuntos de vehículos y camiones con MMA>3.500kg tienen prohibido el adelantamiento y están obligados a circular por el carril derecho.
Nivel Amarillo: indica que el puerto está transitable, excepto para los camiones con masa máxima autorizada mayor de 3.500 kilogramos y vehículos articulados, y los turismos y autobuses circularán a una velocidad máxima de 60 km/h.
Nivel Rojo: para circular es obligatorio el uso de cadenas o neumáticos especiales a una velocidad máxima de 30 km/h y está prohibida la circulación de vehículos articulados, camiones y autobuses.
Nivel Negro: la carretera se encuentra intransitable para cualquier tipo de vehículo.
El protocolo de vialidad invernal recoge los procedimientos operativos para el desarrollo de la campaña. De esta manera, se establecen las medidas preventivas, las circunstancias en las que se activarían las fases de protocolo (alerta, preemergencia y emergencia) y la consiguiente movilización de los efectivos, así como la canalización de la información a la ciudadanía tanto de las previsiones del tiempo, como del estado de las carreteras.
Se trata de garantizar la seguridad y el movimiento de personas y mercancías en situaciones meteorológicas adversas. Para ello, se intenta primero prevenir la formación de placas sobre las calzadas cuando se esperen nevadas. Después, en caso de que estas se produzcan, retirar con celeridad y eficacia la nieve para minimizar las perturbaciones al tránsito de vehículos. Y, del mismo modo, informar a los usuarios de carreteras de cualquier incidencia con antelación suficiente.
Recomendaciones
Antes de ponerse en carretera, se recomienda informarse sobre el estado de las carreteras y la previsión meteorológica. Si es imprescindible viajar, revise su vehículo antes de ponerse al volante, el estado de sus neumáticos, si lleva anticongelante y los frenos. Asegúrese de que lleva cadenas y el depósito lleno, así como el teléfono móvil cargado.
Atienda las indicaciones de Tráfico y, ya en circulación, conduzca concentrado en la vía, sin distracciones e intentando anticiparse a las reacciones del coche en un entorno adverso. Tenga especial cuidado en las salidas de túneles, adelantamientos y cruce con vehículos pesados en carreteras de doble sentido, y preste atención a la posible presencia de obstáculos o placas de hielo en la vía.
En el caso de quedar retenido por la nieve, deje el vehículo estacionado en los arcenes, dejando expedita la parte central de la calzada para facilitar el paso de vehículos de emergencia y quitanieves. Trate de informar de este hecho y, salvo que la situación sea insostenible, espere la asistencia.