La nieve y el hielo provocado por la bajada de las temperaturas de las últimas horas sigue provocando complicaciones en la circulación de varias carreteras de la provincia.
De hecho, según el último parte la Dirección General de Tráfico mantiene cerradas al tráfico un tramo de la BU-571 y dos tramos de la BU-572 en Espinosa de los Monteros, y varios kilómetros de la CL-629 en Cernégula en ambos sentidos.
Además mantiene el nivel rojo de alerta en la N-629 en Merindad de Montija prohibiendo la circulación de camiones, articulados y autobuses, obligando al uso de cadenas y neumáticos de invierno por la nevada. También se prohíbe la circulación de camiones en la N-232 en Villarcayo y en la N-623 en la capital burgalesa.
El resto de carreteras están abiertas al tráfico con total normalidad, aunque la DGT sigue recomendando mantener la precaución debido a la existencia de placas de hielo provocadas por las bajas temperaturas registradas en las últimas horas.