El Grupo Espeleológico Edelweiss ha presentado un nuevo ejemplar de la revista Cubía, el número 27, con 80 páginas con una especial atención a las fotografías. Ocho artículos, planos detallados y una memoria de las más de 140 actividades de campo realizadas en 2021, con motivo del 70 aniversario del grupo que ponen especial atención en dar a conocer el karst de Burgos. Desde el grupo Edelweiss, el coordinador de la revista, Ramón Alegre, ha destacado que el año pasado se celebró el Año internacional de las Cuevas y el Karst y Burgos fue el lugar donde más actividades se realizaron del mundo.
Entre las actividades realizadas en 2021, destaca los casi 10 kilómetros de nuevas galerías tipografiadas como la Cueva de la Machorra con más de 3 kilómetros de desarrollo y 100 metros de desnivel, la Cueva de Sogalamuela o la Cueva de Crespas, con cerca de 1500 metros de desarrollo. En cuanto a las grandes torcas, se ha explorado la del Corralón en los Montes de Valnera con 366 metros de profundidad. En el plano cultural, se han realizado más de 100 actividades como la exposición «Burgos, tesoros ocultos».
En este número de la revista, las imágenes tienen un especial protagonismo. El fotógrafo Adrián Vázquez, considerado uno de los mejores fotógrafos subterráneos del país es quién da imagen a esta revista con grandes fotografías. En cuanto a los artículos, uno tiene carácter histórico rememorando las exploraciones que se realizaron en Ojo Guareña en 1967 y dos dedican su contenido al entorno del Geoparque de Las Loras, primero describiendo el catálogo de cavidades de Peña Amaya y el segundo sobre la topografía y buceo en la Cueva del Molino del Diablo.
Las páginas dedicadas a la exploración de cavidades recogen la de la Torca del Hoyo y un catálogo de cavidades del Pico de Navas. Para cerrar la revista, se recuerdan a seis personas que han tenido peso en el Grupo Espeleológico Edelweiss y que fallecieron en 2021 como Emiliano Aguirre y José Antolín.
Para este 2023, el Grupo se ha retado a crecer topográficamente Ojo Guareña, que se ha quedado pequeña en comparación con otras cuevas porque dos tercios de la cueva están sumergidas, se trabaja en continuar ampliando el catastro espeleológico de Burgos, así como su digitalización. Están inventariadas 3037 cuevas de las cuáles 2000 están localizadas.