La Asociación de Conservación y Estudio del Lobo (ASCEL) ha denunciado este jueves la aparición de una loba muerta, aparentemente por un disparo de rifle, en la comarca de Las Merindades, al norte de Burgos.
En una nota de prensa, la asociación precisa que el cadáver de este ejemplar de una especie protegida apareció a principios de marzo, durante un episodio de nevadas, y que el hallazgo fue comunicado al SEPRONA de la Guardia Civil.
Sin embargo, atribuye «al desinterés» de la Junta de Castilla y León la ausencia de protocolos en la recogida de lobos muertos y la demora en la elaboración de los correspondientes informes técnico-facultativos de necropsias, que dificultan las investigaciones de los hechos.
ASCEL señala que la muerte de lobos por caza ilegal es su principal causa de mortalidad, y con diferencia, en cualquier población mundial de esta especie, incluso «donde están estrictamente protegidos».
En el supuesto de que el informe de necropsia confirme en este caso que la causa de la muerte es la caza ilegal, la asociación insta a la Junta de Castilla y León a presentar la correspondiente denuncia a la Fiscalía con objeto de investigar este delito y dirimir cualquier responsabilidad penal, porque lo que es de aplicación legal para el resto de especies protegidas «ha de ser de aplicación legal análogamente con el lobo por su estatus de protección».
Para ASCEL, cualquier muerte de lobos en España es una “pérdida irreparable” en términos demográficos y genéticos, ya que se trata de una especie vulnerable cuya supervivencia a largo plazo depende de unos 600 adultos reproductores distribuidos en unos 300 grupos familiares en España y que, además, se encuentran en un “estado de conservación desfavorable” en nuestro paí