El catolicismo está de luto por el fallecimiento de Papa Benedicto XVI. Descanse en paz.
Hoy 31 de Diciembre sobre las 9:30 horas en la Casa Mater Ecclesiae el Papa Benedicto XVI ha fallecido en lo que a nadie a sorprendido, pues de todos era conocido el delicado estado de salud que desde algún tiempo padecía el pontífice.
Los católicos están de luto y se preparan para despedir al pontífice emérito con una cierta expectación por lo que supone de novedad, a haber ya otro Papa en el Vaticano.
La archidiócesis de Burgos llora la muerte de Benedicto XVI. Don Mario Iceta pide a todos los fieles elevar oraciones por el eterno descanso del papa emérito, a la espera de fijar una fecha para la celebración de un funeral diocesano la próxima semana en la Catedral. El arzobispo, por su parte, encomendará el alma del papa teólogo en la misa que tenía previsto presidir mañana, solemnidad de Santa María Madre de Dios, a las 19:30 horas en la Catedral y solicita a los sacerdotes ofrecer la eucaristía en sufragio por el alma del difunto papa.
Con la frase «Aunque tu vida terrenal se haya apagado, tu luz resplandecerá por toda la eternidad» El arzobispo de Burgos, Mario Iceta Gavicagogeascoa, ha titulado así su escrito de agradecimiento.
En ese escrito ante su fallecimiento (enlace al escrito), el arzobispo califica como «luminosos y fecundos» la vida y el magisterio de Benedicto XVI, que «brillarán como estrellas por toda la eternidad». De él recibió su nombramiento como obispo auxiliar, primero, y titular, después, de la diócesis de Bilbao y con él dice haber compartido «muchas anécdotas». «Hoy podemos dar gracias a Dios porque ha concedido a nuestro querido Benedicto XVI una vida larga que ha sembrado de bien el camino de la Iglesia y la historia de la humanidad». «Gracias Papa Benedicto por todo el bien que hemos recibido de ti, por tu testimonio de fe, esperanza amor y servicio», concluye su escrito.
En nota de prensa, la archidiócesis ha agradecido a Dios la vida y fecundo ministerio del papa emérito y se une, con toda la Iglesia, en oración por su eterno descanso.