El Ayuntamiento de Burgos llevará a Pleno la aprobación inicial del Plan General de Ordenación Urbana para que el inmueble del Edificio Campo este protegido, incluidas sus dos últimas plantas, y se incluya en el Catálogo de Burgos, según ha adelantado el concejal de Urbanismo, Daniel Garabito. Este histórico edificio situado en pleno centro de la ciudad lleva casi 40 años sin darle uso, a excepción de la planta baja, y el mantenimiento por parte de los propietarios es precario.

Al respecto, ha explicado que el expediente por el que se incorpora este inmueble al catálogo de edificios protegidos de forma estructural, cuenta con el aval y el informe favorable del Colegio de Arquitectos, ICOMOS y la Comisión de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, que piden su protección al tratarse de un claro ejemplo de edificación modernista y de la arquitectura del siglo XX.

Tras esa aprobación inicial, será turno de la exposición pública y las alegaciones antes de dar por aprobado definitivamente y saber que elementos tiene valor y cuales no. En esa protección estructural también se incluirían las dos últimas plantas que sobreviven al actual PGOU a pesar de estar en disconformidad con ese planteamiento. Garabito ha reconocido que este inmueble siempre ha generado polémica entre los ciudadanos, que lo veían como un edificio que no pintaba nada en el Centro Histórico y otros como un ejemplo de arquitectura modernista.

La imagen del edificio Campo es muy diferente de la que ofrecía cuando abrió sus puertas en el año 1965 en pleno centro de la ciudad, en lo que entonces se conocía como Plaza General Queipo de Llano y ahora Entremercados. Marcos Rico fue el encargado del diseño de un edificio que marcó la ciudad, el primero de la arquitectura moderna que llegó a la ciudad, con un diseño rompedor que nada tenía que ver con los de aquella época.

Los Almacenes Campo pronto se convirtieron en un referente para el comercio de la ciudad y vivieron una época de esplendor hasta su cierre en 1982 cuando se vendió a la familia Ruiz Mateos con el objetivo de convertirlo en otra galería comercial. Pero tras la expropiación de Rumasa, el Estado sacó a subasta el edificio y fue adquirido por una familia burgalesa.

El Ayuntamiento desconoce si la promotora que ha presentado la modificación, WR Liztamen, a través de Pedro Agustín Hernando Alonso, tiene interés en que el edificio vuelva a tener uso, pero entiende que si ha presentado esta solicitud sea porque hay un interés en hacerlo. Garabito ha recordado que el edificio tiene carácter residencial compatible con un uso comercial o de oficinas.

En otro orden de cosas, el Consejo de Urbanismo ha aprobado el proyecto de remodelación para la remodelación de la Plaza de Lavaderos por importe de 493.000 euros y ocho meses de plazo de ejecución de las obras y también se ha adjudicado el contrato de servicios derivado del concurso de proyectos para la rehabilitación integral del edificio de la sede de Policía Local y Bomberos con un presupuesto de 3 millones de euros. Garabito ha indicado que el Ayuntamiento de Burgos ha pedido Fondos Europeos pero, no se han fallado todavía. Asimismo se ha aprobado la instalación de un paso de peatones inteligente en la Calle Legión Española, una demanda del Distrito Sur.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here