Como viene siendo habitual sobre estas fechas, El Plantío abrió sus puertas esta mañana para que los aficionados del Burgos CF disfrutasen del entrenamiento del primer equipo. El club proporcionó un chocolate caliente y un bizcocho para todos los blanquinegros presentes con el objetivo de combatir el frío típico de estas fechas en Burgos. Pero lo que realmente calentó el ambiente fue el ánimo de los aficionados hacia los jugadores.

El Plantío se convirtió en una gran fiesta durante la sesión de entrenamiento y, al final, llegaron los Reyes Magos. Los jugadores de la plantilla se acercaron a la grada con un cargamento de regalos que repartieron entre los aficionados, con los que también se prestaron a hacerse fotos y firmar autógrafos uno a uno. La ilusión inundó el estadio y, tanto la plantilla del Burgos CF, como sus seguidores disfrutaron de una mañana para el recuerdo llena de cariño, fútbol y burgalesismo.

El equipo volverá a competir el próximo diez de enero ante el Granada fuera de casa en el inicio de la segunda vuelta de la competición.

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