Desde primera hora, los burgaleses se dieron cita en el claustro del Monasterio de San Juan, para ver y disfrutar en compañía y en la pantalla gigante que instaló el Ayuntamiento, la victoria de la roja en tierras australianas, por un 1-0, que permitió a las nuestras conseguir alzar a los cielos la copa que las acredita como campeonas del Mundo de futbol Femenino absoluto.

Los algo mas de 600 afortunados allí presentes, que pudieron acceder al interior del claustro vivieron momentos intensos, porque la mujeres de nuestra selección han demostrado que saben hacer el mejor futbol, nada que envidiar al de los hombres. De hecho muchos creen que es mejor y a pesar de su juventud, han demostrado suficientemente inteligencia, fuerza, entrega, pasión o templanza. Son unas estrellas que construyen un juego sin individualismos, y sin extravagancias.

Son la mejores, lo han demostrado y ha quedado patente que su futbol ordenado y conjuntado, ha sabido vencer con la razón de un fútbol bien construido, con un equipo plagado de jovencísimas jugadoras, a las que espera un porvenir plagado de éxitos.

Fueron todas protagonistas, pero seria injusto no recordar a Olga Carmona, autora del gol de España, sevillana de 23 años que mandó el balón al fondo de la red a casi 100K/h, que no dejo indiferente a ninguno de los 75.784 espectadores que fueron testigos del día más importante de la selección. Al igual que pasó ante Suecia con aquel zurdazo de Olga desde el pico del área, que acabó entrando y sirvió también para dar la victoria a España.

Todo el mundo hoy compara su gol con aquel otro de Iniesta en Sudáfrica

Felicidades a las nuestras.

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