Un doblete de Raúl García de Haro (¿quién sino?) ha permitido la victoria rojilla. El Mirandés gana al Burgos con dos dianas de su killer, que ya suma 17 en LaLiga SmartBank, y deja al equipo de Joseba Etxeberria al borde de los 50 puntos de la teórica salvación. Enfrente, el alicaído Burgos de Julián Calero sigue opositando a peor equipo de la segunda vuelta y prácticamente se despide del sueño del play off.

Y es que, a pesar de adelantarse en el electrónico con tanto de Curro Sánchez, el equipo blanquinegro ha demostrado estar muy lejos del equipo robusto que fue en la primera vuelta. Al Burgos del inicio de campeonato no se le hubiera escapado el duelo tras ponerse por delante. Y menos de la forma en la que se le ha escapado este derbi burgalés. Curro Sánchez, el único jugador que ha demostrado durante toda la campaña tener algo ‘diferente’, adelantaba al Burgos con un golazo en el minuto 48 (0-1).

Curro festeja el 0-1. / Foto: LaLiga SmartBank

Pero la alegría duraba poco porque los rojillos igualaban solo un minuto después y antes del cuatro de hora del segundo tiempo estaba por delante al finalizar Raúl una contra. Un contragolpe en el que los blanquinegros no cerraron bien, no fueron capaces de frenar con una falta táctica y no aprovecharon su superioridad (minuto 59, 2-1). El más claro ejemplo de la preocupante situación de los de Calero.

Realidad preocupante

Una realidad preocupante (no tanto por los puntos como por las sensaciones y sus consecuencias a futuro) que contrasta con la línea ascendente del Mirandés de Etxeberria. Quien, de la mano de un ‘killer’ desatado (17 goles y seis asistencias ya) ha dado la vuelta a la situación por completo. En el primer tercio de campeonato se asentó como colista y ya, con 48 puntos, está a solo 2 puntos del que en algunos momentos fue líder. Y, lo más importante, con un valioso +9 sobre el descenso con solo 15 puntos en disputa. Los rojillos, además, se resarcen del 2-1 agónico de la primera vuelta en El Plantío: allí resolvió Mourad en el descuento, ahora el Mirandés gana al Burgos.

Vestido todo de azul, con Raúl Navarro junto a Mumo y Zabaco en la zaga por las ausencias de Atienza y Elgezabal, el Burgos salió bien plantado al partido. Ordenado, estirando por momentos la presión y provocando el error en posesión mirandesista para salir rápido en transición. Bermejo, otra de las novedades en el once, se movía bien y trataba de asociarse con Curro o Castel, bien flanqueados por Areso y Matos en los carriles.

A los 25 minutos, Matos probó suerte con un latigazo lejanísimo que se marchó lamiendo el larguero. El Mirandés también acumulaba llegadas. El partido elevó su tensión y Guzmán Mansilla empezó a pasear amarillas. Bermejo y Mumo la vieron por el Burgos. El ariete Raúl García de Haro en el Mirandés.

Ocasiones

En el tramo final de la primera mitad, el Burgos se estiró aún más. En una peligrosa contra, Curro asistió a Bermejo y el catalán se jugó el uno para uno, pero no acertó a resolver. Al minuto, de nuevo Curro condujo un contragolpe que acabó con Bermejo y el onubense por los suelos tras ser objeto de varias faltas. La acción le costó al central local Beñat Prados otra tarjeta. Además, el jugador del Mirandés se lastimaba en el lance obligando a Etxeberría a sustituirle por Michelis en el tiempo de descanso.

La segunda parte arrancó de la mejor forma posible. En una dejada de primeras de Castel en el balcón del área, la zurda de Curro Sánchez trazó un misil de rosca que se coló en la meta de Alfonso Herrero. La grada visitante se vino abajo con un momento mágico (minuto 48, 0-1).

El Mirandés gana al Burgos remontando

Sin embargo, al Burgos le duraría poco la alegría porque solo un minuto después Raúl García de Haro hacía el empate. Y en el 58, el 2-1.

Calero buscó una reacción dando entrada a Fran García y Juan Hernández por Zabaco y Matos. El Burgos no dejó de intentarlo frente a un Mirandés que se limitaba a gestionar la renta, sin generar nuevos apuros a José Antonio Caro.

Poco pudo hacer Churripi en los tantos rojillos. / Fotos: LaLiga SmartBank

Pablo Valcarce y Mourad también entraron al campo. Mumo pudo poner de nuevo las tablas en una volea aclarada que se escapó por poco. El joven del filial Marino Illescas gozaría de minutos en la recta final. El descuento se fue hasta los 8 minutos, que el equipo blanquinegro apuró para buscar todo tipo de opciones. Pero no hubo suerte. El partido se acabó con un resultado que sitúa a los rojillos ya solo 2 puntos por detrás de un Burgos en caída libre.

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