Eran ya seis las jornadas sin ganar. Seis partidos en los que el Burgos había dado señales alarmantes que el alejaban del play off. Y una segunda vuelta con números de descenso que habían hecho saltar algunas alarmas. Ante el Racing de Santander el cuadro blanquinegro tenía la opción de poner fin a su mala racha y seguir mirando hacia arriba. Lo hizo. Con una buena actuación, el Burgos gana al Racing, reacciona y se aferra a la zona noble de la tabla (2-1).
Y eso que la batalla se pintó de oscuro a los 3 minutos, cuando un codo ligeramente abierto de Curro Sánchez que impactó con la pelota tras un córner fue sancionado con pena máxima por el andaluz Quintero González. Por suerte Jorge Pombo no aprovechó el penalti y lo estrelló en el poste, yéndose el balón fuera.
En dos llegadas claras, el conjunto de Julián Calero –había apostado por Valcarce, Juan Hernández y Curro Sánchez en parcela ofensiva– comenzó a merodear el área de Miquel Parera. Matos fue arrollado por Íñigo en el ecuador y vio la primera cartulina del partido. Se jugaba a lo que quería el Burgos, que apretaba tras pérdida y no dejaba respirar ni al Racing ni a Jorge Pombo, su cerebro en tres cuartos.
En el 42, primer cañonazo para el triunfo. Todas las supuestas crisis, las dudas, se disiparon con un tremendo zurriagazo de Miki Muñoz ‘Mumo’ que se coló como un misil en la meta racinguista. Delirio. 1-0.

Pero es que no habían pasado ni dos minutos cuando Valcarce, que se comió un día más el pasto burgalés, le tiró un caño a Sangalli y se plantó solo en el punto de penalti. El disparo del berciano, a reventar, salió centrado y se estampó en el cuerpo del guardameta visitante. Fruto de la desesperación, Germán vería otra tarjeta para el Racing antes del descanso.
La segunda parte empezó igual que había acabado la primera, con el Burgos con la portería rival entre ceja y ceja. Otra vez Pablo Valcarce, esta vez para, como si nada, hacer la jugada del partido –triple recorte mediante– y dibujar un centro magnífico que, con una volea prodigiosa, Curro Sánchez mandaba a guardar. Qué jugada. Qué golazo. 2-0.

José Alberto López movió la banqueta. Peque, Yeray, Matheus Aias y Juergen, en dos tandas, ingresaron para revitalizar las opciones verdiblancas. Pero el Burgos había hecho ya demasiada sangre, y estaba, gestionando la renta, en su salsa.
Juan Hernández dejó su sitio a Bermejo, de vuelta, y Goldar vio la primera tarjeta para el Burgos. Era el 75. Y el árbitro señaló una falta peligrosa para el Racing, al borde del área. Extraño y gol de Juergen. 2-1. A los locales les tocaba seguir remando.

Valcarce y Mumo, tremendo partidazo, dejaban su sitio a Raúl Navarro y Sergio Castel. El madrileño estrellaría para el 3-1 una bola en el larguero. También entraron Borja y Fran García para reforzar los carriles en el esfuerzo defensivo. El duelo entró en la recta final. Y se acabó. Éxtasis, por fin, para un estadio hasta la bandera. En el día del homenaje a la leyenda Fede Castaños, el Burgos reacciona, gana al Racing, se aferra a la zona noble y con 49 puntos ya solo sueña con el play off.