Tuvo que esperar a los lanzamientos de penalti el Burgos para acceder a la siguiente eliminatoria de la Copa del Rey. Los blanquinegros solo fueron capaces de superar al Recreativo de Huelva, el decano del fútbol español, en la tanda del todo o nada después de un soso encuentro en el que fueron incapaces de marcar a un rival de Segunda RFEF, dos categorías menos.
Los de Julián Calero, que no realizaron una revolución aunque sí introdujeron cambios significativos con respecto a los encuentros ligueros, volvieron a mostrar sus dificultades para dominar a equipos que le ceden la iniciativa, como hicieron los onubenses delante de sus más de 10.000 seguidores que dieron color al Nuevo Colombino. El cuadro castellano domina a la perfección las facetas defensivas (ahí están sus números ligueros), son rocosos, generan mucho peligro en las transiciones, pero no son capaces, de momento, de llevar la iniciativa. Los andaluces lo sabían y plantearon un duelo cerrado, dándole el balón al Burgos.
Y el Burgos lo tuvo, pero le faltaron ideas. Dispuso de oportunidades, pero más por insistencia que por juego, lo que hizo que el duelo se dirigiera primero a la prórroga y después a los lanzamientos de once metros. Al todo o nada donde, a pesar del error de Atienza en el tercer disparo blanquinegro, los dos fallos del Recreativo permitieron a los burgalesistas pasar de ronda, siendo Elgezabal el autor del quinto y definitivo penalti.
El miércoles por la tarde los blanquinegros conocerán a su próximo rival, al que se enfrentará el 21 de diciembre, y los de Calero volverán a pensar en la competición liguera, donde el domingo próximo visitan al Racing de Santander en El Sardinero (19:00 horas).