La futbolista burgalesa, Jimena Vicario, ha recibido un homenaje por parte de la Diputación de Burgos, en manos de su presidente, César Rico, en reconocimiento por la medalla conseguida en el Mundial sub 17 con la selección española. Para Rico, Jimena es «un referente para la ciudad, especialmente para las niñas que se inician en este deporte» y puso en valor «el esfuerzo y el compromiso» para llegar hasta donde ha llegado.
Para Jimena esta ha sido «una experiencia inolvidable», un sueño cumplido como el de cualquier niño o niña que empieza a jugar al fútbol y señala que «aunque se vivió desde el banquillo» ha aprendido muchísimo. La guardameta destaca que «hubo mucha tensión» pero que la unión del equipo, que es «como una gran familia», les sirvió para poder alcanzar el objetivo.
El fútbol femenino viene un momento de esplendor, con la consecución de varios éxitos a nivel de selecciones, equipos con muchos éxitos en Europa y como culmen final, el segundo balón de oro consecutivo de Alexia Putellas. Todo esto está ayudando a que muchas niñas se animen a jugar al fútbol. Pero aunque se están consiguiendo muchas cosas, Jimena Vicario anima a que «se siga mejorando». «Hay que intentar profesionalizar cada vez más para que las condiciones para las futbolistas sean las mejores».
Ayer fue homenajeada en Modubar de la Emparedada donde la han visto crecer y dar sus primeras patadas al balón y también tuvo un momento de agradecimiento al Nuestra Señora de Belén, club en el que se empezó a formar como futbolista. «Solo tengo palabras de agradecimiento hacia ellos porque si estoy aquí es en parte gracias a ellos. Me formaron y me convencieron para ser portera, me enseñaron las bases y a disfrutar del fútbol».
Cumplido el sueño del mundial, Jimena se propone un nuevo reto, debutar en Primera División y llegar a jugar en las categorías inferiores de la Selección Española.