El Centro de Arte Caja de Burgos (CAB) ha inaugurado este viernes sus tres nuevas propuestas artísticas, con las instalaciones de Cristina Ataíde y Ricardo González y una relectura del videoarte a partir de la colección conservada en el CAB. Las exposiciones permanecerán abiertas hasta el próximo 26 de mayo.

En la obra de Cristina Ataíde (Viseu, Portugal, 1951), «Lugares sin nombre», todo cuanto existe es susceptible de ser transformado. En correspondencia con una concepción según la cual cosas, cuerpos, interioridad, lo que se ve y lo invisible, lo que siente y lo que se piensa.

Para el proyecto desarrollado para el CAB, la artista portuguesa ha creado dos paisajes aéreos, suspendidos y monumentales, que ocupan casi en totalidad el espacio. Construidos in situ, transforman el espacio expositivo en un lugar entre fascinante y misterioso. Bloques de mármol tallados con precisión y dispuestos de un modo que contradice la pesadez manifiesta del material, forzado a ser contemplado como un sillar imposible y ligero. Así sucede con la gran escultura, creada especialmente para esta exposición, una blanca y marmórea cadena montañosa tan exquisita en su talla como inquietante y conmovedora.

Por otro lado, Ricardo González (Neila, Burgos, 1957) trae la exposición fotográfica «Una lluvia negra». Una muestra que ocurre sesenta años después de la primera extracción de petróleo realizada entre Valdeajos y Sargentes de la Lora (Burgos). El 6 de junio de 1964 la noticia paralizó España.

Su investigación «propone lecturas del pasado a través de las huellas y vestigios de los acontecimientos presentes», según ha relatado. El proyecto desarrollado en el CAB parte del documento textual, procedente de los medios de comunicación, como agente revelador de estrategias de exhortación colectiva.

Un rasgo prevalente de las fotografías de González en este proyecto es la importancia que cobra el territorio. El paisaje y su conversión en un espacio intervenido que ha terminado por ser asimilado; la transformación del entorno, reivindicado idealmente y que ha dado lugar a una identidad iconológica sobrepuesta, han sido captados con la disciplina que exige la austeridad foral que el autor persigue.

Por último, «La conciencia brillante. Cristal líquido y pantallas expandidas», es una propuesta de relectura a partir de la rica colección de videoarte conservada en el CAB, cuenta con artistas como Marisa González, Eva Koch, el músico y escritor Pierre Elie Mamou, el chileno Iván Navarro, el donostiarra Sergio Prego o el tempranamente desaparecido pintor digital estadounidense Jeremy Blake; sin olvidar a autores tan cercanos al CAB como Fernando Renes, Carmen Cámara, José Luis Pinto o Serzo.

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