El Banco de Alimentos ha presentado este viernes la décima Campaña de la Gran Recogida que comenzará el próximo viernes, 25 de noviembre, y que se prolongará hasta el 6 de diciembre.
Como en ediciones anteriores desde la pandemia, se podrá colaborar con la campaña mediante donaciones en efectivo en las cajas de los 71 centros comerciales adheridos en la provincia, o a través del ingreso en las cuentas habilitadas en la página web oficial de la campaña. Para ello contarán con 480 voluntarios que estarán preserntes en todos los supermercados distribuyendo folletos informativos e informando de la posibilidad de deducciones fiscales por cada aportación.
El presidente del Banco de Alimentos, Julián Martínez Pantoja, ha insistido en la necesidad de implicarse individualmente con esta campaña porque garantiza el suministro «regular, variado y completo» de alimentos a las entidades y asociaciones con las que colaboran.
«Hay muchos motivos para ayudar», ha advertido, señalando que las ayudas de las instituciones públicas no llegan a todas las personas vulnerables, no hay inmediatez ni regularidad y suelen ser insuficientes y limitados. Al mismo tiempo ha asegurado que este año se prevé un escenario económico «complicado» por la crisis derivada de la pandemia, a la que se suman las consecuencias de la guerra de Ucrania. «La situación no es nada aragüeña y es casi para ponerse a llorar», ha advertido Martínez.
Por eso hace un llamamiento a los burgaleses para que colaboren en esta iniciativa. En este sentido prevé que este año puedan comprar en esta campaña cerca de dos millones de kilos de alimentos, una cifra inferior a la de años anteriores, motivada por la realidad económica actual.
En el año 2021 el 22 por ciento de la población de Castilla y León estaba en riesgo de exclusión social, lo que supuso un aumento del 2,6 por ciento con respecto a los datos del año anterior. Sin embargo Martínez advierte de que hay una estructura solidaria estable que permite que las ayudas lleguen a las personas más necesitadas.
En el caso del Banco de Alimentos de Burgos, entre el 60 y el 80 por ciento de los alimentos proceden de la industria y la distribución, del 10 al 20 por ciento de fondos europeos dirigidos a las familias más desfavorecidas, un 10 por ciento de donaciones y otro 10 por ciento de otros bancos de alimentos.