El Ayuntamiento de Burgos ha concluido la primera fase de intervenciones en la zona verde del entorno del Castillo de Burgos para reducir el riesgo de incendios, limitar los daños por caídas de árboles y eliminar interferencias con el tráfico rodado.
El concejal de Medio Ambiente, Carlos Niño, ha visitado este lunes los trabajos realizados tras reunirse en el mes de septiembre con los vecinos del Casco Alto, quienes solicitaron actuaciones de limpieza del entorno.
En concreto, el Servicio de Medio Ambiente ha actuado en el cerro de San Miguel, en los caminos interiores del entorno, la calle Corazas y la Campa de la Virgen Blanca. También han intervenido en la bajada del Castillo por el Mirador, la subida desde la calle de San Esteban o la calle Eras de San Francisco.
Tal y como ha explicado el concejal, la segunda fase será la última con el inicio del contrato de jardines del Cinturón Verde, donde se contemplan todos los trabajos necesarios para el mantenimiento de la zona verde del Castillo.
La regeneración de esta zona era necesaria y urgente debido al deterioro que sufría por la elevada densidad de plantación, árboles caídos o secos y la vegetación invasora. El contrato de esta actuación asciende a 34.800 euros y ha contado con expertos nacionales en materia de Medio Ambiente.