El Partido Castellano-Tierra Comunera (PCAS-TC) expresa su profunda preocupación ante la política de nombramientos llevada a cabo en el Ayuntamiento de Burgos, que, según señala, «parece haber olvidado los principios fundamentales que rigen el acceso a la función pública en España: igualdad, mérito y capacidad».

La formación castellanista lamenta «la deriva de los últimos gobiernos municipales, que han favorecido la escalada en el escalafón municipal mediante nombramientos a dedo, sin respetar los criterios de selección objetiva». En este contexto, el PCAS-TC denuncia que la designación de ciertos altos cargos técnicos en el consistorio burgalés responde «a criterios políticos y no a la trayectoria profesional de los elegidos».

Según ha podido conocer el PARTIDO CASTELLANO- TIERRA COMUNERA (PCAS-TC), este lunes, tras la dimisión de Fidel Ruiz como Jefe del Servicio de Licencias, será nombrado un nuevo Jefe de Licencias del Ayuntamiento de Burgos de manera provisional, hasta su designación definitiva a dedo (Libre Disposición) por parte de la Corporación que preside Cristina Ayala. Se sospecha que la misma persona que asuma el cargo de manera provisional será posteriormente confirmada en el puesto de manera definitiva.

El futuro Jefe de Licencias aprobó en 2021 la oposición para arquitecto en el consistorio burgalés, pasando a formar parte de la plantilla municipal sin asumir hasta ahora responsabilidades directivas. Sin embargo, su ascenso ha sido más fruto de su cercanía a responsables políticos que de su experiencia profesional. En 2023, se convirtió en la ‘mano derecha’ de Garabito (PSOE), y en la actualidad ha repetido el mismo patrón con Manso (PP).

Antes de su incorporación al Ayuntamiento de Burgos, su experiencia profesional se limitaba a colaboraciones externas con el ayuntamiento de Castrojeriz. Todavía, parece mantener un vínculo profesional demasiado estrecho con la localidad. El candidato, no cuenta con publicaciones, experiencia docente ni una trayectoria destacada dentro del Ayuntamiento que justifique su designación para un cargo de tanta responsabilidad.

Además, su nombramiento ha sido especialmente cuestionado tras la reciente presentación del túnel de la calle Santander, donde la propia alcaldesa Cristina Ayala, en un lapsus lingüístico, lo llamó ‘Ingeniero’, generando comentarios y controversias en los círculos profesionales.

El PCAS-TC exige al Ayuntamiento de Burgos que reconsidere este tipo de decisiones y apueste por un sistema de nombramientos basado en los principios de igualdad, mérito y capacidad, evitando que la afinidad política se imponga sobre la cualificación y la experiencia. La ciudadanía burgalesa merece una administración transparente y justa, que garantice el acceso a la función pública en condiciones de equidad y sin injerencias partidistas.

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