El Defensor del Paciente recibió 37 reclamaciones diarias por mala praxis médica durante el pasado año, según refleja la ‘Memoria 2022’, que muestra que el año pasado tuvieron conocimiento de 13.611 casos de negligencias médico-sanitarias en nuestro país (455 más que en 2021), de los cuales 699 fueron resultado de muerte (71 más que en 2021).

Del total de reclamaciones presentadas ante el Defensor del Paciente, 764 procedieron de Castilla y León, y de estas, 95 de Burgos. Castilla y León es la quinta comunidad que más reclamaciones presentó durante 2022, habiéndose además registrado un aumento del 8% con respecto al año anterior. En total se han registrado 47 muertes en la Comunidad.

La provincia burgalesa es la tercera de Castilla y León que más reclamaciones presentó en 2022, por detrás de Valladolid (233) y León (164) y está a la cabeza junto al Hospital de El Bierzo en listas de espera inasumibles tanto para intervención como para cita con el especialista, lo que supone que el Hospital Universitario de Burgos sea el quinto que más reclamaciones recibe.

Tal y como recoge la memoria del Defensor del Paciente, «el punto débil de Castilla y León es la lista de espera quirúrgica», siendo cirugía general, traumatología y oftalmología las que mayor retraso acumulan. Urgencias y Ginecología y Obstetricia completan la lista de areas que más reclamaciones tienen.

Supone a nivel regional un máximo histórico, pues en 2022 se registraron 62 reclamaciones más que el año anterior. El Plan de Ordenación de Listas de Espera (POLE) elaborado para reducir las presiones asistenciales ha resultado «un fiasco» afirmçan desde el Defensor del Paciente quienes añaden que «los conciertos externos y la apertura de los quirófanos durante las tardes han servido de poco» y creen que la prestación de servicios en el medio rural y paliar la carencia de pediatras» son dos de las necesidades que más urgen en la Comunidad ante una «amenaza de huelga en Atención Primaria».

A nivel nacional, en cuanto a los fallecimientos por mala praxis recogidos en la memoria del Defensor del Paciente, los casos más habituales fueron debido a errores de diagnóstico, pérdida de oportunidad terapéutica, así como por intervenciones mal realizadas, altas precipitadas, atención deficiente, infecciones hospitalarias o retrasos en ambulancias.

En 2023 el SACYL contará con el mayor presupuesto de su historia: 4.700 millones.

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