La Asociación Autismo Burgos ha inaugurado este viernes su nuevo centro para la atención de atención a bebés y familias que denominado «Ana Lopidana» en homenaje y recuerdo a la concejal impulsora de esta iniciativa. Así lo ha explicado la presidenta de este colectivo, Simona Palacios, quien ha avanzado que se dedicará a la detección e intervención del autismo en edades muy tempranas.
De esta forma se hace realidad uno de los proyectos por los que la asociación llevaba trabajando varios años, con el objetivo de tener un centro específico para emplazar el programa BB Mirandas, que trabaja en la identificación temprana de signos de TEA y otros trastornos cognitivos relacionados desde los primeros meses de vida.
Simona Palacios ha señalado que desde su puesta en marcha en la ciudad, siendo una de las entidades pioneras en este tipo de diagnóstico, han pasado 282 niños de hasta 3 años de edad. Un centenar de estos bebés han pasado al programa de atención especializada y 70 han sido diagnosticados con autismo. Actualmente el programa atiende a 52 familias en el nuevo centro en el que trabajan un total de cuatro profesionales.
En este sentido Palacios ha confirmado que el programa «ha dado los resultados esperados e incluso más», y es un gran apoyo para los niños y sus familias, que permite diagnosticar precozmente la enfermedad e intervenir los antes posible, lo que permite mejorar su tratamiento.
Por el momento el centro solo atiende casos de la provincia de Burgos, aunque Simona Palacios reconoce que hay «una gran demanda» a nivel nacional e incluso fuera de nuestras fronteras. Sin embargo confirma que por el momento no tienen los recursos suficientes para ampliar sus servicios.
A nivel nacional son cuatro las entidades que trabajan en la detección precoz de esta enfermedad. El programa incluye bebés entre los 4 y los 48 meses de edad, derivados a través de los servicios de pediatría por observarse signos de alerta o presentar mayor riesgo a juicio clínico, y a través de las familias vinculadas a las asociaciones de autismo con familiares de primer, segundo y/o tercer grado con diagnóstico de TEA.
Paralelamente familias voluntarias de grupo control participan también en el programa para facilitar la comprensión de diferencias en el desarrollo que ayuden a mejorar la detección. Y es que, para Palacios, el apoyo a las familias es fundamental para el tratamiento de TEA por lo que el programa también les facilita las herramientas necesarias para aprender a comunicarse con sus bebés.
La presidenta de la asociación ha agradecido el gran apoyo recibido por entidades públicas y privadas y particulares que han hecho posible la construcción de este centro que supone un avance más en la investigación y tratamiento de esta patología.