La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Burgos ha aprobado inicialmente la nueva ordenanza de terrazas tras varios meses de negociación con los grupos políticos y los colectivos implicados, principalmente hosteleros. Así lo ha avanzado este jueves el concejal de Licencias, Miguel Balbás, quien ha agradecido la colaboración y el buen hacer de todos los agentes implicados.

Este documento permitirá que determinadas terrazas se sigan ubicando en zonas de aparcamiento, una de las principales reivindicaciones del sector. Estas terrazas ocuparán una superficie máxima de 30 metros cuadrados o dos plazas de aparcamiento, en los que podrán emplazarse como máximo ocho mesas.

Además, la nueva ordenanza distingue entre licencia para todo el año y licencia estacional sólo para los meses de mayo a septiembre. En el caso de solicitar una licencia anual, se tendrá en cuenta la disponibilidad de aparcamiento en esa zona concreta de la ciudad. Para ello la Policía Local elaborará un mapa que se irá actualizando constantemente en el que se especificarán las zonas donde existe carencia de aparcamientos, y en las que no se podrá conceder licencia anual.

En el caso de las licencias estacionales, precisarán de un informe previo de seguridad que especifique que se cumple con la normativa en esta materia. También se incluye en este documento una actualización de las distancias con respecto a las fachadas, un cambio a petición del Cuerpo de Bomberos para garantizar sus intervenciones. Se establece además una distancia mínima de 1,5 metros con respecto a las zonas de juego infantil y se amplía el espacio para que las terrazas no interfieran en el tránsito de los peatones.

Otra de las novedades principales es el adelanto del horario de cierre en un cuarto de hora para que no coincida con la hora en el que se dejan de servir bebidas. El objetivo de esta medida es que en estos 15 minutos hasta el horario máximo de apertura de los locales se realice un desalojo ordenado de los clientes.

También se incluye el Camino de Santiago dentro de la Zona Protegida que garantiza las condiciones estéticas de todas las terrazas, y se prohíbe la colocación de baldas o repisas en todas las terrazas salvo en las que precisen de ordenaciones singulares como las de las calles San Lorenzo, Sombrerería y Plaza Roma. Además se incluyen en el nuevo documento obligaciones relativas a la limpieza de las terrazas de manera continuada, garantizando la limpieza del espacio público de su entorno.

En cuanto a las licencias que se otorgaron a consecuencia de la pandemia, deberán ajustarse a las características técnicas de la nueva ordenanza, y las terrazas permanentes deberán solicitar una moratoria de dos años al Ayuntamiento que, según ha precisado Balbás, se otorgará en la mayoría de los casos. En este periodo de tiempo el Ayuntamiento tendrá la posibilidad de definir si quiere mantener o no este tipo de terrazas en el futuro y en qué zonas concretas de la ciudad. Si finalmente desecha esta posibilidad, pasada la moratoria de dos años deberán desmontarlas.

Tras su aprobación inicial en la Junta de Gobierno, la ordenanza de terrazas tendrá que ser aprobada por el pleno el próximo viernes, previo dictamen favorable de la Comisión correspondiente. Después se abrirá un periodo de exposición pública de un mes para presentar alegaciones y tras su resolución se llevará de nuevo a pleno para su aprobación definitiva. El equipo de Gobierno espera que este nuevo texto entre en vigor durante el primer trimestre de 2023. A partir de entonces los hosteleros tendrán seis meses para solicitar la licencia.

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